La Asociación de Mujeres Penalistas de Argentina (AMPA) realizará el próximo viernes su primer encuentro nacional con el objetivo de debatir y reflexionar sobre el trato igualitario, tanto en los litigios como en las estructuras jerárquicas, en un ámbito predominantemente masculino.

«La idoneidad no pasa por ser hombre o mujer pero históricamente el derecho penal ha sido un territorio de hombres, por eso es necesario rever las prácticas para lograr una abogacía más igualitaria», dijo a Télam Mariana Barbitta, presidenta de AMPA.

Un grupo de penalistas comenzó a reunirse en febrero de este año y detectaron problemáticas comunes: «No nos dan la palabra en los juicios, observamos gestos obscenos hacia nosotras, términos discriminatorios, y si tenemos un socio varón los jueces se dirigen a ellos», ejemplificó la titular de la flamante asociación.

A partir de problemáticas comunes surgió AMPA, «una red solidaria que no excluye a los hombres, porque hay abogados que nos están acompañando en este proceso», explicó.

«Aún no tenemos cifras sobre la cantidad de abogadas penalistas pero no dudamos de que somos minoría, que las mujeres que litigamos somos pocas, e incluso, en las facultades, nuestras alumnas se asombran cuando les sugerimos que se dediquen al fuero penal», relató.

Lo que sí se sabe es que, en el Poder Judicial, los altos cargos están ocupados mayoritariamente por varones, tal como lo reveló el Mapa de Género de la Justicia Argentina, presentado en 2010 por la Oficina de la Mujer (OM) de la Corte Suprema.

El documento confirmó que hay «una visible disminución de la participación de las mujeres a medida que aumenta la jerarquía de los tribunales, desde los juzgados de primera instancia donde hay un 41% de mujeres, pasando a las cámaras de apelaciones en las que solo se encuentra un 28% para llegar a los tribunales superiores con únicamente un 20%».

La situación se repite en las Cámaras Nacionales y Federales, «donde el cargo de camarista se encuentra ocupado predominantemente por varones», señala el trabajo.

También en los Tribunales Superiores provinciales se registró que solo el 20% son magistradas frente a un 80% de magistrados.

El encuentro de AMPA, que se realizará el viernes desde las 13,30 en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), pretende generar «un diagnóstico de la situación de las penalistas, para luego avanzar con los cambios necesarios», adelantó Barbitta.

La profesional está a punto de lograr que en la cárcel de Ezeiza se coloquen casilleros para que las abogadas guarden sus carteras, logro que tiene una historia: ella fue en febrero a ver a un cliente al penal y, a pesar de que se lo prohibían, entró con su bolso (tras pasar por el scanner).

«Un mes después, las autoridades me hicieron una denuncia ante el Colegio Público de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires por incumplir con el reglamento del penal; tuve que atravesar un proceso donde se desestimó la denuncia, entonces pedimos que coloquen lockers para que dejemos nuestras pertenencias», dijo.

Esta situación, por la que ya habían pasado otras colegas suyas, serán tema de intercambio en el encuentro que iniciará la primera mujer en dirigir el departamento de Derecho Penal de la Facultad de Derecho de la UBA, Lucila Larrandart, a quien acompañará la titular de AMPA.

Luego trabajarán en talleres de discusión sobre las distintas realidades de las litigantes: «Esperamos que participen de todas las provincias para tener un diagnóstico nacional», reflexionó la profesional.

El cierre será con un panel integrado por la primera decana de la Facultad de Derecho de la UBA, Mónica Pinto; María Laura Garrigós de Rebori, integrante de la Sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones de la Ciudad de Buenos Aires; Fernanda López Puleio, Defensora Pública Oficial de la Defensoría General de la Nación; y Marta Nercellas, abogada penalista.

Barbitta es una de las pocas que lidera un estudio especializado en derecho penal, y además, reconoce que la mayoría de sus clientes son varones: «Muchas veces se sorprenden cuando ven que los va a defender una mujer, pero luego, durante el proceso, ven la ventaja, porque somos contenedoras, tenemos otra actitud».

La actividad es gratuita y quienes quieran inscribirse pueden hacerlo a través del correo electrónica ampa.arg gmail.com.

Fuente: Télam