NEUQUÉN (AN)- «¿Sabías? La visión es la más afectada, porque choca con un muro acotado de 3 por 2 metros, y ello produce que se afecte el órgano visual. Ya no miramos lejos, no podemos hacerlo», escribe José, y no sin saberlo está expresando una verdad y una metáfora. Sebastián escribe un cuento, el protagonista es un viejo que antes de morir logra cumplir su sueño de reunir a toda la familia. Carina escribe que «en este lugar la pasión es más fuerte, emerge de adentro. Salgo e ilusiono tiempos y espacios, una mezcla de ficción y realidades».
José, Sebastián, Carina, y también Jorge, Claudio, Benito, Juan, Fernando, Claudia, Silvana y Laura escriben. Todos están presos en cárceles de Neuquén, y son alumnos del Consejo Educativo Provincial Integral. Acaban de editar la primera edición de una revista, que circula por correo electrónico.
«A ellos, nuestros estudiantes, esto los pone en otro lugar, les da identidad de sujetos, les construye subjetividad, los pone a pensar en que otra realidad es posible, aunque sea, una pequeña, propia, cotidiana realidad, que les de sentido», describió una de las docentes a «Río Negro». La revista se llama «Cruzada por la educación» y contiene texto de internos de las Unidades 11, 12 y 16 con asiento en esta capital.
En un texto colectivo expresaron «nuestro agradecimiento al equipo docente y a los directivos de la institución educativa por el invalorable trabajo que realizan con nosotros». Añaden que el servicio educativo «nos fue ayudando no sólo a fomentar nuestras esperanzas, sino también nos permitió aprender a relacionarnos con ellos los docentes, con el servicio penitenciario, y sobre todo nos fue permitiendo mejorar nuestra comunicación con la familia, con nuestros seres queridos, y en nuestra convivencia diaria».
En la revista de 12 páginas hay cuentos, poemas, reflexiones, reclamos, sensaciones profundas, como la de José, el que ya no puede mirar de lejos. Y que cuenta: «¿sabés qué extraño? El ruido de mi barrio, aunque la verdad casi ni me acuerdo. La cárcel habla. Tiene un lenguaje de rejas cerrándose con violencia, barroteos de fierro contra fierro y la voz inconfundible del guardia. La cárcel tiene esa forma de hacerse escuchar y ese ruido borró todo el ruido de mi barrio».
fuente http://www.rionegro.com.ar/diario/alumnos-que-estan-presos-en-carceles-neuquinas-editaron-una-revista-1015400-9521-nota.aspx